martes, 4 de agosto de 2009
“Una Nueva Visión”
(Mateo 9:16-17)
Alguien dijo “dime el porte de tu visión y te diré el porte de tu Dios”.
La visión es en alguna medida el resumen de lo que uno es. La visión tiene que ver con la dirección hacia donde uno quiere llegar.
Será La visión de alguien muy importante a la hora de alcanzar el éxito.
Visión es “la dirección del pensamiento hacia el objeto visto”. Tiene que ver entonces con la decisión personal de ver o proyectar algo.
Ahora bien es muy importante cada vez ir renovando nuestra visión. Nuestra visión de las cosas ira cambiando en la mediada en que apliquemos la fe en aquella visión.
Nos encontramos con estos versículos, en los cuales el Señor Jesús, nos enseña de un problema con respecto a una nueva visión.
Y a través de dos ejemplos nos da a entender una realidad muy triste en mucha gente. En palabras simple el Señor declara; “lo viejo y lo nuevo no pueden mezclarse”.
El punto es el siguiente, que una nueva visión que el Señor tenga para uno no podrá ser efectiva si permanecemos en estructuras viejas, es decir en formas antiguas de pensamientos.
El ejemplo número dos es muy gratifico. Los odres eran recipientes fabricados con cortezas de acacias, y se forraban con cuero, especialmente de cabras. Cuando el vino nuevo se ponía en estos recipientes, las pieles viejas perdían elasticidad y reventaban al fermentar el vino. Por lo que el odre se perdía y se perdía el vino.
Esto mismo ocurrirá con un creyente que no tenga la disposición a cambiar su visión, si un creyente insiste en mantener una forma de ver las cosas, muy posiblemente les sea de tropiezo la nueva visión que Dios tiene para el o para ella, perdiéndose así la nueva visión y el creyente.
Existe mucha gente que no se atreve, porque sus estructuras mentales se lo impiden, no puede ir más aya porque se han focalizado hasta cierta distancia. No crecen porque se han mentalizado que nunca lo harán, no ven cosas grandes porque piensas que están destinados a ver cosas chicas.
Esto tiene que ver con las formas de enseñanzas que recibieron. Muchas veces se hacen las cosas porque otros las hicieron o porque simplemente me dijeron que así era (el caso del pescado en el sartén).
Otras personas no pueden cambiar su visión por temor a lo nuevo. Mucho no se atreven porque tiene miedo enfrentar nuevos desafíos, es más cómodo pensar como el resto. Puesto que pensar diferente traerá problemas.
¿Cuál es la visión que hoy tiene de la vida?, ¿Cuál fue la que tubo ayer?, ¿Es la misma, no a variado no a crecido?, Atrévase a revelarse a estos pensamientos que le hacen creer que usted no puede, Atrévase a desafiarse a usted mismo y extienda sus propios límites, plantéese nuevos desafíos, tome lo que el Señor tiene para usted.
El odre nuevo resistira el vino nuevo que será depositado, en otras palabra un odre nuevo es el tipo de creyente que esta dispuesto a dejar los viejos rudimentos y recibir los nuevos.
Será el creyente que siempre esta atento a lo que el Señor desea hacer o enseñar.
Esta dispuesto a salir de lo ordinario y volverse extraordinario. De lo común a lo excepcional.
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