jueves, 25 de junio de 2009

LO QUE MAS DUELE

Estuve pensando en las cosas que mas me han dolido en la vida, y la verdad es que al hacer una lista encontré varias, pero luego pensé cual de todas podría ocupar el primer lugar, es como hacer un ranking de dolores, sin dudar ubique la traición como numero uno, tal ves no escriba nada nuevo, pero me hace sentir bien al expresarlo, es increíble saber que las mismas personas que un día estuvieron a tu lado declarándote amor y gratitud, por lo que tu podías entregar, te concidieren el enemigo mas grande que ellos pueden tener, solo por que hubo algunas diferencias en la forma de pensar o por causa de algún malentendido, que falta hace la fidelidad entre los hombres, decimos tener fidelidad a Dios y pienso que es muy importante, pero creo que hemos dejado de lado la que va dirigida a los seres humanos, Jesucristo es mi ídolo en esta materia, imaginate que el fue traicionado por uno de sus intimos, pero eso no es todo sino que el sabia de su traición, que dificil para el Señor, tener que amar, convivir, enseñar y hasta morir por quien le esta apuñalando por la espalda, creo que para nosotros es mucho mas fácil, puesto que nos llega de sorpresa, bueno pero es parte del precio que hemos de pagar al momento de amar, recordemos que el amor es sufrido, lo que si pienso es que debemos esforzarnos por ser fieles a pesar de.., no caigamos en este cruel crimen, mantengamos la fidelidad, seamos sinceros, que nuestro amor sea sin fingimiento, y estoy seguro que haremos de este mundo algo mejor.

martes, 23 de junio de 2009

ALCANZANDO LA META



(2 TIMOTEO 2:3-7)

Estamos en presencia de ciertos consejos del apóstol Pablo a Timoteo su discípulo, al parecer intenta resumir lo que le acaba de declarar en el capitulo Nº 1.

Aparecen en escena tres ejemplos que utiliza el apóstol para animar y exhortar a su discípulo.
1º.- Primero toma a un soldado metafóricamente. El apóstol desea que Timoteo entienda el deber que tiene por delante, denota un hombre que tendrá que sufrir, aparece la palabra penalidades que significa males, es decir alguien que esta dispuesto a sufrir males en este recorrido en el Señor, no olvidemos que nuestro enemigo intentara por todos los medios tratar de eliminarnos. Hemos de saber el riesgo que tendremos de correr. La palabra sufrir aquí tiene la interpretación de soportar. Entonces lo que nos dice el Señor es que debemos estar dispuestos a soportar males, al parecer Timoteo no la estaba pasando muy bien. Quiero recordar que cuando pretendes y te decides servir al Señor y hacer su voluntad, te conviertes automáticamente en presa del enemigo. Jamás serás atacado ni sufrirás males mientras te mantengas en una mediocridad espiritual.

Serás una molestia para el adversario, es por esta razón que el apóstol le advierte que debe prestar atención a lo que realmente es importante (v.4). Es decir que nuestro mayor esfuerzo ha de estar en cumplir la voluntad del Señor y así agradarle. En este caso un hombre de Dios debe dar prioridad a su llamamiento, y estar completamente dedicado a su tarea y a su capitán.

Enfoquémonos en servir al Señor dejando de lado todo aquello que pueda afectar.

2º.-La segunda imagen es la de un atleta, un atleta que debe competir de acuerdo a las normas de la competición. Es decir nosotros debemos ajustarnos a los requisitos de nuestro llamado, haciendo de la palabra y de la voluntad del Señor la norma de nuestra vida en todas las cosas.

Debemos esforzarnos, se que no es fácil, pero creo que tampoco es imposible.

3º.-Y lo último es la imagen de un labrador cuya persona se preocupa de las faenas de la tierra. La escritura dice que debe trabajar primero para luego participar de los frutos.
La palabra participar aquí es “Formar una parte de”, si queremos tomar una parte de lo que soñamos, hemos de entender que habrá un precio que pagar primero.

Creo que será crucial el trabajo, según este será el fruto, la cosecha.

Como estamos trabajando para alcanzar cada uno de nuestros sueños, hay un esfuerzo. “Dime cual es tu esfuerzo y te diré cual es tu recompensa”.

jueves, 18 de junio de 2009


“Un estilo de vida que agrada a Dios”

Hechos 10:1-4

Muchos pretenden alcanzar la atención del cielo, llevando una vida totalmente contraria a la que el señor espera, quieren cambios a su economía a su familia a su vida, pero no están dispuestos a vivir la vida que Dios quiere, la biblia dice: no se conformen a este siglo, sino que transformen su entendimiento, para que comprueben cual sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta, en otras palabras quiere decir cambie su manera de pensar para que cambie su manera de vivir, en gran medida somos lo que pensamos, si primero no entendemos que Jesús tiene que gobernara en nuestro corazón será imposible que el provoque los cambios que tanto esperamos, y cuando decimos que el gobierne el corazón nos referimos a la razón, a nuestra conducta, al centro de todas nuestras emociones.

miércoles, 17 de junio de 2009

Para estimularnos

“Lucha hasta vencer”

Hechos 14:19-23


En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron de urgencia al hospital del condado.

En su cama, horriblemente quemado y semi-inconsciente, el niño oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría - que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo.

Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría. De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió. Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus piernas.

Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido; ¡caminaría! Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.

Finalmente, le dieron de alta. Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada. No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca.

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado a una silla de ruedas. Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco. Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar. Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a los fervientes masajes diarios de su madre, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad, primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.

Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre pista.

“Su versículo favorito era Isaías 40:31: "Pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansaran, caminaran y no se fatigaran”. Y aun después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de que sobreviviera, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, Glenn Cunningham, ¡corrió el kilómetro más veloz del mundo! considerado por muchos el más grande de América de todos los tiempos, como el mejor atleta amateur en los Estados Unidos en 1933.

Ha perdido muchas batallas que le hacen mirar la victoria como algo imposible? ¿Siente que llegó al límite de sus fuerzas? ¿Considera que ha perdido la capacidad de seguir adelante? Cuando experimente una situación así es necesario que vuelva su mirada al Señor Jesucristo en procura de fortaleza para seguir adelante. Los cristianos fuimos llamados a ser vencedores, dejando de lado todo sentimiento de derrota con el que quiere agobiarnos nuestro enemigo espiritual, Satanás.

Aunque nuestras pruebas sean diversas, hay una cosa que el Señor espera de nosotros, que perseveremos hasta el fin, en la medida que tomamos la decisión de seguir a pesar de, es cuando vamos siendo capacitados para subir a un nivel mayor.

Cuando nos detenemos, vamos perdiendo la capacidad de alcanzar mayores cosas, es mas el no enfrentar las dificultades nos va convirtiendo en inválidos, paralíticos espirituales, y sin la capacidad para las cosas mayores que tenemos por delante.

Perseverar hasta el fin requiere todo nuestro corazón en nuestras dificultades y nuestros pesares, Él espera que sigamos adelante.

Perseverar no es lo mismo que aguantar, es proseguir, es esfuerzo, ánimo, constancia, es tomar una actitud porfiada, fija, permanente por alcanzar el propósito de Dios en nuestras vidas.

Obedece a una determinación de lograr si o si el cometido, es no bajar la guardia, es poner todo lo que este al alcance de nuestras manos y aun la vida por cumplir el cometido.

Debemos ser insistentes en el reino de Dios, el insistente es el que logra mucho, pero el débil, el que se rinde, el derrotado ese no va a lograr nada. El problema es cuando dejamos de creer insistentemente acerca de algo.